
Un estudio reciente realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reveló que incluir contenidos de salud mental en el currículo escolar mejora no solo el bienestar emocional de los estudiantes, sino también su rendimiento académico.
El estudio, que evaluó a más de 1.500 estudiantes de secundaria y preparatoria durante un año escolar, demostró que aquellos que participaron en talleres semanales sobre manejo de emociones, autoestima, y técnicas de regulación del estrés mostraron una mejora del 18% en sus calificaciones generales.
“La inteligencia emocional es tan importante como la matemática o la lengua”, comentó la psicóloga educativa Mariana Solís, una de las autoras del estudio. “Cuando los estudiantes aprenden a identificar lo que sienten y cómo manejarlo, están más enfocados, motivados y dispuestos a aprender.”
La iniciativa piloto ya está siendo replicada en otros estados del país, y hay propuestas para convertirla en una política pública permanente.
Los propios alumnos destacaron la utilidad de los talleres: “Antes me frustraba mucho cuando no entendía algo, ahora sé cómo calmarme y pedir ayuda sin sentir vergüenza”, dijo Sofía, de 16 años.
Expertos celebran la medida como un avance hacia una educación más integral y humana.